jueves, 9 de febrero de 2012

Hoy todo el hielo en la Argentina

Adiós, hasta siempre, gracias y otras tantas palabras efímeras que vienen a confirmarnos una sola cosa: el flaco Luis Alberto Spinetta no anda más entre nosotros los mortales.

Adiós flaco, siempre vamos a extrañarte. ¿Qué queda para el mundo, este mundo más lleno de vendedores de música que de músicos, cuando uno de los pocos distintos que quedaban ya no va a sorprendernos con nada nuevo? ¿Qué sueño le queda a cualquier pibe que le guste la música, esa música profunda, pero no incomprensible, esa que toca el alma, si ya no puede soñar con cruzarse a Luis por cualquier calle de Buenos Aires? Adiós flaco, porque si ya no podemos escucharte cambiar de tono, ¿cómo vamos a lograr que algo nos toque el alma y afecte nuestras vidas desde lo más íntimo del corazón si ya no estás acá?
Hasta siempre flaco, porque en verdad no sos de aquellos a los que se les dedica un simple adiós. Porque en verdad uno no puede dejar de sorprenderse escuchando "Por" o "Cantata de puentes amarillos". Hasta siempre flaco, porque uno no puede dejar de emocionarse escuchando viejos reportajes, viendo el video de aquel glorioso "Rezo por vos" con Charly, recuperando cada una de las frases que nos dejaste como al pasar, pero se convirtieron en una especie de guía espiritual. Hasta siempre al primer ganador de un "Néstor", te cruzaras con el otro flaco allá en el rincón del universo que se reserve para las almas transgresoras.
Gracias flaco, simplemente gracias por hacer escala en el mundo. Nunca fuiste de este planeta, es egoísta pretender que te hubieras quedado mucho más. Gracias por despertar el amor por la música en tanta gente, gracias por hacernos sentir orgullosos a todos los argentos. Gracias por inundarte de color humano, e inundarnos con ese color tan tuyo, tan de otro lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario